Al momento de comenzar una relación de pareja por lo general todo resulta ser como se había imaginado, a esto, le podemos llamar que se ha encontrado a ese “ideal de pareja” por lo regular este efecto de enamoramiento, algunos dicen que dura tres meses, otros mencionan que dura tres años, sería muy riesgoso de mi parte decir un tiempo de duración, lo que sí, es que el enamoramiento se va consolidando si esa pareja va ajustándose al ideal que se creó de cómo sería su pareja ideal.
Hay conductas que no resultan ser positivas para la relación, dinámicas que son producto de la convivencia que se va teniendo con la pareja en esa interacción y comunicación diaria pero que al final cuando esas conductas van destruyendo poco a poco la integridad del otro, la relación comienza a entrar en una dinámica de conflicto constante porque la pareja ya no está cumpliendo los estándares de la “pareja Ideal” que se construyó, esto suele ser muy decepcionante y doloroso.
Es más común de lo que nos podemos imaginar el querer cambiar a la pareja, inclusive resulta ser muy problemático ver que el otro no cambia y quizá no vemos que no puede cambiar, no quiere o simplemente no le resulta motivador cambiar, pero ¿por qué es tan difícil que cambie?
De entrada, debemos tener en cuenta que no podemos cambiar a quien ya fue criado de una manera y le ha resultado muy cómodo vivir la vida de esa manera, por eso mismo muchas relaciones fracasan al querer cambiar a la pareja porque esto también puede resultar IMPOSIBLE, la recomendación y propuesta que siempre doy en el consultorio es que no se centren en querer cambiar al otro sino en MODIFICAR únicamente esas conductas que lastiman la dinámica de la relación.
La recomendación que brindo lleva muchas situaciones de fondo que van a tener impacto en la dinámica terapéutica y en la relación porque pueden llegar a descubrir que la pareja no quiere modificar porque es cómodo estar así, porque no tiene la voluntad de hacerlo, ya no le interesa la relación o incluso ya no quiere estar en la relación y en su hartazgo, el no modificar es una forma de decir “ya no quiero estar aquí” porque también hay parejas que no pueden expresar su incomodidad o ya no querer estar pero no quieren sentir esa culpa de ser quien causó la separación.
Por eso es siempre recomendable el asistir con el especialista para que pueda guiarles de manera adecuada ante las situaciones que se les van presentando, hay conductas que pueden modificarse sin la necesidad de querer cambiar al otro, también hay conductas que van a permitir comprender de raíz la situación que viven en el presente y esto también ayudará a que, si es el caso, la relación fluya de manera adecuada mejorando así la dinámica, la convivencia y les brindará una mejor comprensión del otro desde la perspectiva de análisis, flexibilidad y comprensión de sus conductas. Amar a quien no va a cambiar es aferrarse a algo que nunca sucederá y que solamente causará en ti un dolor muy prolongado.
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