Ni muy muy, ni tan tan. Hola, mis #NutriAmigos, es día de nuestro esperados #NutriTips en esta ocasión le platicaré acerca de lo perjudicial que puede llegar a ser el consumo excesivo de agua, así que no se pierdan mi siguiente #NutriColumna.
Mis #NutriAmigos, sabemos que el agua es uno de los elementos centrales de supervivencia de nuestro organismo y con respeto a la cantidad que debemos de beber siempre existe polémica, puesto que, además cada cuerpo es diferente.
Primeramente, les recuerdo los maravillosos beneficios del agua:
Evita el dolor de cabeza y las migrañas.
Ayuda en la digestión y evita el estreñimiento.
Ayuda a mantener la belleza de la piel.
Regula la temperatura del cuerpo.
Reduce el riesgo de cáncer.
Mejora el sistema inmunológico.
Reduce el riesgo de problemas cardíacos.
Lo común y lo que siempre se nos recomienda es beber en torno a dos litros de agua diarios, teniendo que tener mucho cuidado en no excederse. Sin embargo, para muchas personas resulta bastante complejo seguir estas recomendaciones.
Una buena forma de iniciar a beber el agua necesaria seria la regla 8x8, implica en beber 8 vasos de agua que contengan 240 ml. Existen estudios científicos que establecen que tampoco tendríamos que forzar a beber ni siquiera los 2 litros de agua, sino que se debería de beber según lo que pida nuestro cuerpo.
Esto tiene que ver a lo largo del día no bebemos exclusivamente agua. Se incluye en la regla de la mayoría de las bebidas. De la misma forma existen frutas y verduras que contienen hasta un 98% de agua. ¿Que llega a pasar si excedemos el consumo de este vital liquido?
Tomar demasiado liquido puede ser grave en el momento en el que se causa una dilución de sodio en la sangre.
Esto tiene consecuencias graves, en tanto que se produce una inflamación del cerebro y los pulmones, así como problemas cardíacos. Es decir, bebe mucha agua genera un descenso súbito de los niveles de sodio. En consecuencia, las sale se disuelven en mayor cantidad de líquido, este penetra en las células y aumenta su tamaño.
Ante estas cantidades de líquido, el cuerpo tiene problemas para expulsar el agua sobrante y, por lo tanto, el sistema urinario retiene mucho más liquido del habitual.
Es muy importante poner mucha atención a nuestro cuerpo, puesto que este siempre nos va a dar señales de que algo nos está ocurriendo. En este caso si hemos bebido excesiva agua, experimentaremos una serie de síntomas que si bien es cierto algunos podemos confundir con los de la deshidratación, sabremos perfectamente identificarlos y relacionarnos con haber consumido mucho líquido.
Aquí te presentamos los más frecuentes:
Beber cuando no se tiene sed.
Espasmos o calambres musculares.
Náuseas.
Dolor de cabeza.
Fatiga.
Cansancio.
Aumento de peso.
Aumento de labios, manos y pies.
Entumecimiento de brazos y piernas.
Así que mis #NutriAmigos, es importante que el consumo sea moderado sin exagerar y siempre asesorado con especialista, me despido soy Adriana Paredes, la #NutriAmiga espero que compartan esta columna con sus familiares y amigos y nos leemos la siguiente semanita.
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