La figura del padre en nuestros tiempos ha sido muy criticada pero también ha evolucionado en nuestra sociedad, ya lo dijo en una entrevista para el diario El País el psicoanalista Massimo Recalcati: “Ya lo dijo Freud, la profesión de los padres es una profesión imposible” y sin lugar a dudas me hizo pensar en la gran cantidad de papás que he conocido a lo largo de la vida, muchos esforzándose por sacar adelante a la familia, otros haciendo todo lo posible para estar ausentes, algunos más sin saber qué hacer con el título de papás, situaciones que sin lugar a dudas ponen en entredicho la figura del padre en la crianza, desde luego tendríamos que analizar la idiosincrasia de nuestra cultura y la modernidad siendo que también el deterioro de la paternidad tiene mucho que ver con el movimiento de la liberación femenina donde se han centrado en el completo anulamiento del hombre como pareja, partiendo de la experiencia propia de las mujeres que vivieron episodios de violencia en sus relaciones y que ahora han encontrado este escape en los movimientos femeninos pero que desde mi punto de vista se han desviado de las verdaderas causas.
Hoy día muchas mujeres ven al hombre como alguien que en algún momento u otro de la relación de pareja les va a lastimar y antes de que eso ocurra primero se vienen como cascada las agresiones al género masculino, alejando incluso la idea de la responsabilidad y la crianza responsable, por eso mismo hoy día aquellos que luchan por estar presentes y asumir su rol de papás de una manera sana se enfrentan a muchos retos.
En este sentido como anteriormente lo mencionaba, la figura del papá se ha transformado. Según Recalcati, el padre disciplinario y autoritario ha quedado agotado y obsoleto en nuestros tiempos, pero aún existe confusión sobre cómo ser un padre empático sin caer en la sobreprotección.
Esta falta de claridad genera una nueva forma de angustia en los padres, quienes evitan el conflicto por temor a no ser percibidos como amables. Sin embargo, el autor sostiene que los hijos necesitan encontrar obstáculos en sus padres y enfrentar conflictos como parte de su crecimiento y desarrollo (sic) por eso mismo me centro en la sobreprotección a los hijos que se deriva de la angustia de los padres por la crianza excesivamente autoritaria y sobreprotectora con la idea errónea de que los hijos no sufran lo que nosotros como papás, desde luego es una idea importante pero que muchas de las ocasiones se confunde con resolverles la vida y dejamos de lado el apoyarles en brindarles las herramientas necesarias para que enfrenten el mundo y así puedan aprender a resolver los conflictos/problemas.
Como lo menciona en su artículo el psicoanalista Recalcati y a propósito de la resolución de
conflictos manifiesta lo siguiente: la confrontación constructiva entre padres e hijos puede ser una oportunidad para el crecimiento personal. A través del debate respetuoso, los hijos aprenden a expresar sus ideas, defender sus puntos de vista y desarrollar habilidades de negociación.
Además, aprender a manejar emociones y encontrar soluciones pacíficas que les proporcionen herramientas valiosas para resolver problemas en todas las áreas de sus vidas.
Cuando existe un ambiente de confianza en la relación Padres e Hijos se fortalece el vínculo y se genera un ambiente de seguridad en el cual los hijos siempre acudirán a sus papás ante cualquier situación que se les llegue a presentar, recordar además que la sobreprotección no permite fomentar una libertad sana, mi tampoco límites que fortalezcan siempre sus valores como seres humanos y de bien. Por eso mismo lo mejor que como padres se les puede dejar a los hijos es la libertad para que formen y encuentren su propia identidad sin acudir a falsos estereotipos.
A T E N T A M E N T E
Armando Arredondo Paredes
Doctor Honoris Causa. Psicólogo Clínico. Psicoterapeuta Individual y de Pareja. Conferencista Internacional Certificado. Analista en Radio y Televisión.
Psicoanálisis Contemporáneo. | Psicólogo Clínico.
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