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Foto del escritorMtra. Marisa Guzmán

LA CIENCIA DEL EFECTO REBOTE


Entre los propósitos de año nuevo siempre tenemos “de cajón” las famosas promesas de realizar ejercicio y llevar la dieta del año para lograr la figura que siempre hemos deseado.


Pero al pasar el año tenemos altas y bajas en la constancia de ese propósito dejando esos dos puntos como las opciones para realizar cuando tenemos una fiesta de por medio, vacaciones próximas para lucir radiantes en la playa o para “según prevenir” las próximas fiestas que se acerquen donde seguramente tendremos grandes “comelitones” para disfrutar y todo esto se vuelve la época de oro para las rutinas extremas y para todas esas dietas que prometen pérdidas de kilos legendarias en muy poco tiempo y sin esfuerzo.


Lo que suele ocurrir con muchas de estas "dietas milagro" y “rutinas extremas” es que sí, a corto plazo pueden hacernos bajar de peso, pero al cabo del tiempo la mayoría de las veces el cuerpo vuelve a recuperar el peso perdido y unos cuantos kilos más de propina.


Para poder comprender más afondo esta ciencia es necesario saber que, por un lado, el 90-95% de las personas que inician una dieta, fracasan aparatosamente; por otro, el 82% de estas personas que comienzan una dieta lo hacen sin supervisión de un nutriólogo, nutricionista o especialista en el área. Hacer una dieta por nuestra cuenta y fracasar en el intento es mucho más común de lo que podamos creer.


Generalmente cuando buscamos perder peso, y sobre todo si lo hacemos con una fecha límite cercana el típico "me voy a la playa" o "tengo una boda" acudimos a las conocidas como "dietas milagro": estas son regímenes muy estrictos sin evidencia científica tras ellos, imposibles de mantener a largo plazo y con efectos secundarios contrarios a los que queremos conseguir. Suelen basar su efectividad en las bondades de un solo alimento como son la dieta de la manzana, la alcachofa, la toronja etc., o en evitar o quitar de forma severa un determinado grupo de nutrientes sin un control adecuado prometiendo regalarnos de manera sencilla una pérdida de peso rápida.


A la hora de bajar de peso debemos tener en cuenta varios factores: no todo se basa en el balance calórico negativo que es gastar más calorías de las que le estamos dando a nuestro cuerpo para funcionar, sino que entran en juego más cosas como factores hormonales e incluso psicológicos.


Si tu cuerpo está acostumbrado a trabajar con 2000 kcal diarias, ¿cómo crees que trabaje cuando le des la mitad? Nuestro cuerpo es un organismo inteligente funcionando similar a un auto; si le damos de repente mucha menos gasolina de la que necesita para poder mantener sus funciones diarias, se hace mucho más eficiente y consigue seguir trabajando solo con las calorías que le estamos dando. En pocas palabras, reduce su metabolismo.


En cuanto al ejercicio, el problema es que el entrenamiento cardiovascular produce adaptaciones del organismo que, al igual que en el caso de la dieta, se va haciendo más eficiente. Así, con el tiempo necesitarás muchos más minutos corriendo sobre la caminadora del gimnasio para quemar las mismas calorías que el primer día que lo hiciste.


Otro de los factores que tiene mucho que ver con la recuperación del peso después de haber hecho una dieta son nuestros niveles de leptina que es una hormona que se libera en nuestro tejido adiposo donde, le dice a nuestro hipotálamo cuantas calorías hemos consumido y cuanta grasa corporal tenemos. Entre las funciones de la leptina, nos encontramos un aumento de nuestra tasa metabólica, un menor apetito, un mayor uso de grasa a nivel muscular, niveles más altos de hormonas sexuales; además de favorecer una mayor contracción muscular, siendo al leptina quien ayuda a mantener la masa muscular y a reducir nuestra grasa corporal.


El problema es que, una vez que comenzamos una dieta los niveles de leptina disminuyen, lo cual puede provocarnos problemas de regulación de apetito y de quema de grasa.


Cuando nos ponemos "a dieta" y empezamos a perder grasa, nuestro tejido adiposo se reduce, liberando menos leptina, y por lo tanto, todos esos beneficios anteriores se reducen.

Estos niveles bajos de leptina harán que quememos menos calorías durante el ejercicio y en reposo, se dispare nuestro apetito, se reduzca la producción de hormonas sexuales y sobre todo, hará que nos sentimos más cansados, moviéndonos menos durante el día.


Si quieres evitar todo lo anterior es sencillo seguir los siguientes puntos:

1. Activa tu vida:

Según diversos estudios el 94% de las personas que mantienen la misma talla un año después de haber adelgazado tienen algo en común: hacen una hora de ejercicio al día, la mayoría de los encuestados mencionaban que su único ejercicio era, caminar, pero elige la actividad que más te guste para que se vuelva un hábito con gusto y no por obligación.


2. Mantener las grasas bajo control:

Los que consiguen mantenerse delgados no abandonan sus buenos hábitos una vez terminada la dieta: un año después siguen comiendo una dieta en la que las grasas saludables representan tan solo un cuarto de las calorías diarias ingeridas. O lo que es lo mismo: aunque ya no estés a dieta, los fritos, capeados, empanizados y alimentos ultra procesados creados con grasas de baja calidad deben ser la excepción en tu plato.


3. Despídete del "un día es un día":

La boda, el cumpleaños, etc., son fechas especiales, pero todos los fines de semana no lo son. No hace falta que te obsesiones con la comida de tal manera que no disfrutes de las reuniones sociales, pero tampoco las uses de excusa para llevarte a un atracón. Procura que la excepción a la alimentación sana sea eso, una excepción, no una constante que se repite cada fin de semana.


4. Acércate a un profesional antes de mirar la bascula:

Mantener los resultados exige echar acercarse a quien tenga el conocimiento de explicarte de vez en cuando cómo se desarrolla tu peso, entrenamiento y alimentación o si no te darás cuenta de que algo va mal hasta que la cintura del pantalón te vuelva a apretar.


M.N.H. O. MARISA GUZMÁN LÓPEZ

NUTRIOLOGA

CED. PROF. 10405933

FB: @nutriplusMG

Instagram: @marisaguzmn

Celular: (443) 273 1014



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