En incansables ocasiones hemos oído hablar de la salud intestinal, la importancia que tiene que tiene y cómo es que contamos con nuestra microbiota bacteriana intestinal, la cual fue formada al momento del parto y va evolucionando en el transcurso de nuestra vida con nuestra alimentación y estilo de vida; la cual es la encarga de diversas cuestiones involucradas con el bienestar metabólico que se traduce en la recuperación de nutrientes y energía, y la protección del huésped frente a invasión de microorganismos extraños siendo un gran apoyo para el sistema inmunológico.
Es importante resaltar el gran trabajo que lleva el sistema inmunológico en enfermedades tan importantes como es el cáncer y las cifras de mortalidad que existen en el mundo; cada año se registran 685 mil defunciones por cáncer de mama, siendo entre los tumores malignos, la principal causa de muerte en las mujeres.
En México, según las cifras preliminares de 2020 se registraron 1, 086 094 defunciones, de las cuales 638 892 fueron hombres y 446 446 fueron mujeres. Por tumores malignos fallecieron 97 323 personas, de estas 7 880 fueron por tumores malignos de mama, lo que equivale a 8% de este total. Por sexo, fallecieron 7 821 mujeres por cáncer de mama y 58 hombres, en las mujeres esto equivale a 17% del total de defunciones por tumores malignos y la ubica en primer lugar de esta clasificación.
El cáncer de mama es una enfermedad que puede ser prevenible y puede llevarse una lucha contra ella a través de los pro bióticos. El tejido mamario no es estéril, se compone también de una microbiota bacteriana propia de cada individuo y esta microbiota también puede alterarse.
La comparación científica de las bacterias contenidas en la microbiota mamaria de mujeres sanas con la de otras que han sufrido cáncer de mama ha permitido sacar a la luz los beneficios de un aporte de pro bióticos.
Estudios han demostrado a través de mujeres que se realizaron mastectomías en control, niveles elevados de Escherichia coli y de Staphylococcus epidermidis: estas bacterias que son consideradas “malas” y que son conocidas por inducir rupturas de la doble cadena del ADN. Para que pueda existir una reparación de esta ruptura hay un mecanismo de reparación que puede contar un porcentaje elevado de errores, que conduce al desarrollo de cáncer.
Por otro lado, en las mujeres sanas, que se realizaron el mismo estudio en control, se ha observado un número elevado de Lactobacillus y Streptococcus. Estas especies se consideran beneficiosas o “buenas” en la prevención del riesgo de cáncer. Streptococcus thermophilus son consideradas como productoras de antioxidantes que pueden neutralizar las especies reactivas del oxígeno, responsables de daños en el ADN.
La protección bacteriana como auxiliar para mejorar esta microbiota mamaria podría reforzarse con la toma de pro bióticos y lactobacilos indispensables para la protección de la microbiota los cuales son considerados capaces de llegar a la glándula mamaria en ciertos porcentajes, siendo fundamental como protección y tratamiento alternativo la suplementación de pro bióticos y pre bióticos; además de confirmar la importancia que desempeña la lactancia materna en la reducción del riesgo de cáncer, gracias a las bacterias beneficiosas contenidas en la leche materna.
MNH O. Marisa Guzmán López
Nutrióloga
CED PROF. 10405933
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